miércoles, 22 de abril de 2009

DIARIO: PREMIERE

Han pasado ya dos semana, pero la emoción se mantiene. Ya , es cierto, lo que estrenamos, no era una película, era un capítulo de una serie de televisión, así que, ¿a qué tanta emoción? Bueno, pues por eso. Primero lo subjetivo, lo mío, lo particular: Yo era el director del capítulo. Y si, uno es consciente de que el producto del trabajo de tanta gente, lo ve un montón de gente cada lunes (cuando estamos emitiendo, y en internet, descargas legales o no, dvd, etc. cuando no emitimos) Y cuando digo un montón, es un montón. Y da un poco de vertigo. Esos planos que primero están en mi cabeza, contando una secuencia, más o menos acertadamente;  cada palabra mía pronunciada en el set, que deriva en un gesto o una actitud de Cabano, Irene, o Yoli; cada interpretación mía de una secuencia, puesta en imagenes o en movimientos de actores (hablo solo de lo que a mi me corresponde, porque la suma de todo que es el capítulo, es el producto del trabajo y la creación de mucha gente) de repente está expuesto al juicio de miles de espectadores, de fans, que esperan que aquello que les contamos les divierta, les entretenga y les emocione. Es casi magia pensarlo.  Una noche se me ocurre un plano en la cama y semanas después ese plano, emociona a alguien, o le hace reir. Bueno, que si, que uno es consciente. Pero estar presente en una sala de cine, rodeado de un enorme numero de fans, que esperan ansiosos el regreso de su serie, compartir el momento en el que esas imagenes, ese trabajo llega a la retina de tanta gente, es muy especial. Que va. Es inolvidable. Si encima, a un lado se sienta tu chica, al otro tus padres,  un poco más allá casi todos los actores de la serie (alguno estaba en la premiere de Málaga, y Joaquín Climent estaba rodando), y distribuidos por el cine , algunos miembros del equipo, (y digo algunos, porque la decisión de proyectar a la hora que se hizo impidió que todo el equipo pudiera asistir, porque estaban grabando) la experiencia es inigualable. Aparte de eso, lo divertida que fue la entrada, el posado de los actores y la irrupción en la sala con ellos, por un pasillo inexistente, ocupado por un mar de fans y cámaras digitales o telefónicas, que iban abriéndonos (o casi) paso, como digo, lo divertido que fue todo esto,solo lo sabemos Juanma Pachón y yo, que lo compartimos hombro con hombro, y cámara de fotos en ristre. Las risas, los aplausos y las frases gritadas de las fans hacia los personajes durante la proyección, fueron la guinda.
Esto, en cuanto a lo mío, como decía, lo subjetivo. En cuanto a lo general, a lo objetivo del por que tanta emoción por el estreno de una serie de televisión en una pantalla de cine, pues , por eso, porque a los que hacemos televisión se nos ha acabado el pudor que durante mucho tiempo se sintió por contar historias para la pantalla casera, por comparación con los que las contaban para la pantalla grande. Porque ahora, en este país, y probablemente como consecuencia de la revolución de las series en Estados Unidos, que están dejando a la mayoría de las películas que allí se hacen cada año pequeñas, ya no sentimos que tenemos que , casi pedir perdón por hacer tele, avergonzados por no hacer películas. No comparo las series de aquí con "Los soprano", "El Ala oeste de la Casa Blanca" o "Perdidos". Son dimensiones diferentes. Pero series como  "La chica de ayer" "Acusados" o "Física o Química", creo que deben hacernos sentir muy orgullosos a los que las hacemos, tanto como a aquellos que ponen su empeño en que el cine de este país consiga cada año un puñado de grandes títulos, al menos. Por eso, pues si, no voy a pedir perdón por sentirme orgulloso y emocionado de haber estrenado en la Gran Vía, con una multitud de fans fuera y dentro del cine, el primer capítulo de la tercera temporada de "Física o Química" una gran serie. Nuestra serie.

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